martes, marzo 26, 2013

Un nuevo entorno financiero

Dejo el enlace y artículo de opinión que me han publicado hoy en la web de Funds People con respecto al nuevo entorno financiero que parece plantearse con las declaraciones de ayer del presidente del Eurogrupo.

Un nuevo entorno financiero




Las declaraciones del presidente del Eurogrupo de ayer lunes, pueden doler en la autocomplacencia en la que vivimos en Europa estos últimos años. Es sensato pensar que, para el futuro, no van a ser los contribuyentes los que tienen que pagar todos los platos rotos de la próxima fiesta de la banca, que acabará llegando. Esto es algo que han sentido en sus carnes en España los accionistas de Bankia y los adquirentes de bonos subordinados y preferentes de entidades con problemas.

Salvando que, en muchos casos, los compradores no sabían exactamente lo que compraban, que evidencia la falta de educación financiera de este país, los tenedores de este tipo de activos no se daban cuenta que participaban en los “recursos propios” de un banco y, si todo va bien, pues tienes un buen resultado, pero si va mal, puedes perder dinero, incluso casi todo. Pero en las situaciones vividas en algunos bancos y cajas españolas, hasta ahora, los compradores de bonos “senior” y los depositantes no han tenido ningún problema, y esto no va a seguir siendo así en el futuro.

Hay grandes verdades en sus palabras: no se puede eliminar el riesgo de invertir en un banco a costa del esfuerzo de los contribuyentes, al menos en el futuro. Evidentemente, si queremos un sistema financiero sano, tendrán que gestionar bien los riesgos quién está asumiéndolos. Si alguien financia a un banco (vía bonos o depósitos) que puede tener problemas, tendrá un precio distinto. Si en cualquier escenario crees que siempre recuperarás tu dinero, eso lleva al sector financiero a tomar decisiones de préstamos no siempre correctas.

En mi opinión, esto es positivo a medio y largo plazo para la estabilidad del sistema, pero a corto plazo genera incertidumbre entre los inversores, tanto de bolsa como inversores del activo más seguro hasta ahora, los depósitos bancarios, no sólo en España, sino en toda Europa. Esta situación plantea el comienzo definitivo de un nuevo entorno financiero en el que, tanto entidades como inversores, tendrán que aprender, y rápido, a desenvolverse.
¿Qué cambios viviremos?

En cuanto a la inversión en depósitos, las entidades más fuertes en ratios de capital y mejor gestionadas serán los actores preferentes. Los inversores tendrán que hacer un ejercicio mayor de conocimiento de la entidad en la que depositan su dinero, sobre todo a partir de los 100.000 euros. Por tanto, las entidades deben centrarse, prioritariamente, en fortalecer su capital, sanear sus balances y mejorar su eficiencia.

Por otro lado, tanto el sector financiero como los gobiernos deben hacer un enorme esfuerzo en mejorar la educación financiera de los ciudadanos. Se han dado ya algunos pasos, pero este tipo de formación debe iniciarse en la educación primaria y secundaria. La economía forma parte, más que nunca, de nuestras vidas, y conceptos tan simples como el ahorro, la previsión, el gastar en función de tus ingresos esperados, que la rentabilidad viene ligada a un riesgo determinado, etc.,  siguen sin entenderse en el 90% de la población. Esto facilitará que no vuelvan a reproducirse casos como Afinsa, asumir que una preferente es un depósito, el apalancamiento excesivo de las familias o la escasa diversificación de su patrimonio, entre otros.
El inversor, ahora más que nunca, empezará a entender que debe distribuir su patrimonio en diferentes productos, clases de activos y emisores. El riesgo deberá pagarse, y el tener productos sin riesgo (por ejemplo un depósito en una buena entidad) se hará a cambio de afrontar rentabilidades muy reducidas. Eso significa que probablemente pierda dinero por no poder superar la inflación tras el pago de impuestos. A medio plazo, los inversores verán la necesidad de trasladar parte de sus activos invertidos en depósitos hacia activos con más riesgo. Las bolsas podrían beneficiarse a medio y largo plazo.

Potencialmente, los fondos de inversión, pensiones y productos de banca-seguros deben de ser las grandes beneficiadas de este nuevo entorno. Ello obliga a que las entidades ofrezcan un asesoramiento de una oferta más variada de productos de inversión y de ahorro con el apoyo de verdaderos expertos. Más que nunca, se necesitan profesionales con formación y experiencia acreditada que cuenten con el apoyo de equipos de análisis de productos y estrategia. Las áreas de banca personal, banca privada y gestión de activos serán el foco estratégico de las entidades en este nuevo entorno para poder generar ingresos recurrentes y vincular a tu cliente en la relación bancaria más tradicional, totalmente homogénea entre entidades.