jueves, agosto 14, 2014

Europa se debilita

Me voy hoy un par de semanas de vacaciones y tengo la intención de expresar cierto optimismo con respecto a “estar preparado” para aprovechar las caídas bursátiles actuales para posicionarse en renta variable a medio plazo, porque creo que esa oportunidad va a llegar más pronto que tarde. Los gobiernos europeos y el BCE van a tener que actuar para hacer frente a la macroeconomía. Es muy importante la dependencia entre el ciclo económico y el bursátil.
Hay un ciclo económico, el que muestran los datos y sus tendencias, y hay un ciclo bursátil, absolutamente correlacionado, pero lo más importante es ser conscientes de que el ciclo bursátil se suele adelantar a los ciclos económicos, porque se mueve por expectativas. Por tanto, las expectativas de la economía real futura (del ciclo económico), lleva a adelantar entre 6 y 12 meses el movimiento, tanto al alza como a la baja al ciclo bursátil.
Sería algo aproximado a lo expresado por esta ilustración:

Y por este motivo, unido a las incertidumbres geopolíticas, los mercados europeos están bajando porque están ajustando los precios con respecto a la situación de la economía europea y sus expectativas futuras. Los datos que salen un día tras otro son los únicos que están alimentando de imputs en un ambiente vacacional, con pocos inversores,  y faltos de otras noticias pues se recogen las velas, por si llega otra tormenta.
La economía de la eurozona está estancada. Hoy hemos conocido que en el segundo trimestre del año no subió nada.  Alemania vuelve al terreno negativo (-0,2%), Francia estancada (0%)e Italia inesperadamente de nuevo en negativo (-0,2%) son los principales factores. Si sumas las recientes tensiones con Rusia que pudieran mermar todavía más esta situación, los ajustes a la baja de los resultados empresariales futuros son ya una realidad. Y por otro lado, y en positivo, hay argumentos cada vez más sólidos para un estímulo monetario más intenso por parte del BCE y la implantación de nuevas medidas desde la Unión Europea para intentar que el frenazo no acabe despeñándonos.
Por el lado de la inflación en la Unión Europea, estamos en el 0.4%, muy lejos del 2% de objetivo del BCE, y con muchos países en territorio negativo. No es una situación que invite a estar tranquilo.
La dificultad estriba en valorar si las bolsas ya han reaccionado suficientemente a la baja el escenario macroeconómico que se nos viene encima. 

Sin duda el fondo del mercado parece bueno, con un razonable optimismo de que de ésta saldremos, pero mi opinión la baso en exclusiva por una menor volatilidad y los recientes repuntes alcistas, porque la negociación es tan escasa estos  días, que no llegan a ser ciertamente representativos los movimientos.
Por tanto, es razonable esperar a ver los movimientos de los próximos días, insistiendo en que percibo un razonable optimismo. Hay una realidad incuestionable, si la economía no crece y no hay inflación, los tipos de interés estarán bajos más tiempo y la renta fija no va a ofrecer mucho retorno. Esto obliga a mantener o incrementar tus posiciones en bolsa, además de que puede ayudar nuevas medidas de los gobernantes y el BCE a la vuelta del verano.
Quizás los movimientos que hemos visto recientemente en high yield pudieran ser la antesala de un movimiento tendente a tener carteras de renta fija más conservadoras (gobiernos y corporativos de calidad en plazos cortos-medios) y la parte de riesgo no consumida por la renta fija añadirla a tu posicionamiento en renta variable, aunque más sesgado a compañías de mayor calidad, sin olvidar mover la cartera a un sesgo más global, porque hay otras partes del mundo donde el crecimiento respalda las perspectivas de la renta variable.

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