lunes, abril 10, 2017

El futuro será distinto del pasado


“Sesgados hacia el optimismo” titulábamos nuestro informe estratégico del mes pasado, orientándonos a seguir acompañando la ola de optimismo generada por los indicadores de sentimiento y datos económicos que se iban conociendo, y sin duda ante la indiferencia que genera tener bonos, fondos garantizados o depósitos a ridículos retornos (incluso retornos negativos en deuda pública gubernamental en plazos cortos).
Este mes de marzo las bolsas europeas subieron entre un 4 y 5% excepto la española que superó el 9% aupada especialmente por el sector financiero. En EEUU, el resultado fue ligeramente negativo salvo el índice tecnológico, con subidas de algo más de un 1%.
La verdad es que nos está dando la razón el mercado, porque llevamos mucho tiempo orientando nuestra inversión en bolsa hacia Europa,  fondos globales temáticos y un poco de emergentes, reduciendo la inversión en EEUU, porque de allí podrían llegar las dudas sobre las expectativas generadas y los datos reales. Además las bolsas americanas ya llevan una sustancial distancia de recorrido frente al resto, cotizando a múltiplos más caros.
Si llegan sorpresas de que las estimaciones de beneficios esperadas no lleguen a cumplirse, sin duda serán de EEUU, ya que el optimismo ha sido especialmente intenso. Vea la gráfica siguiente:
La volatilidad sigue en mínimos. Ya comentábamos en informes pasados que esto nos proocupa porque suele señalar cierta complacencia en los activos de riesgo. Es posible que la volatilidad se reduzca porque los inversores que no creen que el mercado bursátil  va a subir,  no están apostando a la contra y solo permanecen en liquidez, una liquidez que sabemos es cada vez más abultada. Pero habrá que estar vigilantes.
Las grandes bolsas de liquidez siguen llegando a las bolsas cuando se producen caídas, que este mes han sido mínimas. Todos sabemos que llegará alguna corrección más o menos importante, porque esa es la normalidad del mercado. De hecho sería muy razonable que entremos en un periodo de cierta consolidación con algún ajuste de carteras generalizado, pero probablemente será visto como una oportunidad por la mayoría, no el comienzo de una espiral de miedo y recesión que aboque a salir huyendo hacia el oro y los bonos alemanes
Esa situación apocalíptica no parece que llegue, y mucho menos en Europa, con el BCE  insistiendo en una política monetaria muy acomodaticia y expectativas de mantener la expansión monetaria durante mucho tiempo. Aquí no habrá subidas de tipos a la vista, como en EEUU y la economía parece ir tomando una senda positiva con pasos lentos pero firmes.
Sin duda un buen factor de apoyo a Europa es la reducción del riesgo geopolítico ante las elecciones en Francia. Por otro lado unas recientes elecciones en un pequeño estado de Alemania ha quitado presión también a los riesgos de cambios en el país a futuro. El plan de Reino Unido de comenzar a  negociar la salida se ha activado, pero tienen mucho que charlar, mucho.  Será un proceso largo, y probablemente más costoso para el Reino Unido que para el resto de Europa.
Insistir  en que nuestra principal preocupación ahora es la posibilidad de que el optimismo en torno a la capacidad de Trump para estimular la economía con medidas “reales” que lleven a datos “reales”, y que debe ser tomado cada vez con mayor atención, máxime al observar cómo le han parado sus iniciativas más mediáticas.
No obstante, nuestra visión actual es que el nivel de proteccionismo que plantea Trump no será posible de realizar, por lo que la demanda externa seguirá ayudando a la economía americana (no olvidemos que la mayoría de las principales compañías del mundo son norteamericanas). China y otros muchos países seguirán vendiendo sus productos, y seguirán a cambio,  financiando a EEUU con la compra de sus bonos (con los dólares que les sobren de su superávit comercial).
No obstante, Trump tiene más ases en la manga, especialmente uno y de tipo económico. Me refiero a una previsible bajada de impuestos para que las grandes compañías repatríen al país la liquidez acumulada en beneficios obtenidos en el extranjero, y que no los han llevado a EEUU para no pagar más impuestos.
Esta medida  podría aportar también ingresos extras para financiar bajadas de impuestos a pequeñas empresas y familias, y por tanto reactivar el consumo y la inversión. No obstante, esto ya está parcialmente descontado por el mercado, por lo que esa probabilidad ya está añadida a la valoración actual de las grandes multinacionales.
Dinero fuera hay mucho, y sería también una importante inyección económica para retomar inversiones en el país por parte de las grandes compañías globales. Por ejemplo Apple, tiene una caja de 246.000 millones de dólares, pero realmente la mayor parte está fuera del país, concretamente 230.000 millones y si quisiera repatriarlo tendría que pagar un 35% de impuestos (por eso está esperando). El mercado aspira a que se reduzca a una tasa del 10% y ha sido un motor adicional para las bolsas del país.
Por otro lado, el petróleo ha caído fuertemente este mes y está reduciendo de nuevo las expectativas de inflación, influyendo en mantener los tipos de interés demandados por los inversores en los plazos medios y largos de la curva sin tensiones aparentes. De hecho, los inversores siguen en posiciones de refugio importantes en los bonos alemanes, por lo que conviene cuidar la gestión de la cartera de renta fija a una duración corta, pero no negativa.
Los bonos subordinados, convertibles, flotantes, los bonos corporativos y high Yield de mayor calidad pueden ser una fuente todavía de rentabilidad para el posicionamiento más conservador, unido a fondos de renta fija global especialmente diversificados y de gestión muy flexible y arropados por productos de gestión alternativa, especialmente long-short y market neutral.
Los desafíos actuales para la gestión del patrimonio son esencialmente los mismos que hace meses. Los mercados seguirán ajustando sus previsiones, expectativas, miedos y euforias. Si la selección de la cartera es adecuada, diversificando y gestionando los riesgosa ajustados a necesidades y en un horizonte de tiempo adecuado, el escenario actual permanece sin cambios y no deben afrontarse grandes cambios.
El mercado lo moverá los hechos que no esperamos. Finalizo con el recuerdo del  gran gestor Sir john Templeton:  “La única certeza sobre el futuro es que será distinto del pasado”. Permanezcan con una mentalidad abierta, y una orientación de cartera global y diversificada. Los resultados seguirán llegando.

Este artículo lo escribí para publicarse en el blog de Unicorp Patrimonio, donde ejerzo funciones de Director del Departamento de Inversiones
Enlace: http://blog.unicorppatrimonio.es/2017/04/06/vision-estrategica-inversiones-abril-2017/

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