miércoles, febrero 15, 2006

La empresa familiar y los mercados financieros

El proceso de desintermediación financiera, permite a las empresas el acceso directo a los mercados financieros en busca de financiación, mediante la venta de activos financieros emitidos por ésta (bonos, pagarés) o acudiendo a la Bolsa para realizar ampliaciones de capital (por ejemplo vendiendo derechos de suscripción de los actuales accionistas).

La llamada “Banca de Inversión”, es la encargada de colaborar en la transmisión de la liquidez y el riesgo, entre los agentes demandantes y oferentes a través de la intermediación de éstos activos financieros y el cobro de comisiones por sus servicios.

Basta leer los periódicos económicos para observar que los principales inversores en la actual economía global, son las instituciones vinculadas a los mercados financieros: los fondos de inversión, pensiones, fondos inmobiliarios, fondos de capital riesgo, etc.

Los fondos inmobiliarios, actualmente más centrados en oficinas, locales, centros comerciales y ocio, pronto serán los mayores tenedores de viviendas en alquiler, al que necesitarán acudir los demandantes de vivienda que no puedan adquirirla en propiedad.

También se están imponiendo como los principales dueños de edificios emblemáticos o de hoteles, del que reciben rentas por alquiler, delegando su gestión. Es una evidencia que si tenemos una compañía ligada al sector inmobiliario, tendremos una enorme capacidad de generar negocios con estos fondos de inversión inmobiliaria.

Así mismo, la financiación de grandes proyectos se realizan en muchos casos con emisiones de bonos o participaciones preferentes adquiridas mayoritariamente por fondos de inversión y pensiones, las mayores operaciones de compra-venta de empresas cotizadas y no cotizadas se realizan por fondos de capital riesgo, así como la inversión en nuevas empresas, etc., y por supuesto, son los grandes inversores de las compañías cotizadas.

Los bancos y cajas de ahorro crecen sin cesar en su ritmo de concesión de préstamos, porque generan liquidez vendiendo los derechos de dichos préstamos a fondos de titulización de activos, que emiten a su vez bonos adquiridos por otro tipo de fondos e instituciones del mercado financiero.

En este contexto, el accionista de una empresa familiar tiene la obligación de entender los mecanismos, participantes e instrumentos de los mercados de valores, si pretende dar un salto cuantitativo y cualitativo a su negocio.

Un ejemplo sería el plantearse el acceso al mercado bursátil. El exceso de liquidez que hay en los mercados financieros, ávidos de invertir en nuevos proyectos que generen expectativas de beneficios y que permitan la diversificación de los riesgos que ya tienen los inversores actuales, está abonando un terreno muy propicio para la llegada exitosa de nuevas compañías al “parqué”.

En los últimos tres años, las mayores rentabilidades se han obtenido en la inversión en fondos de inversión de pequeñas y medianas empresas (Small-Medium Caps), lo que ha generado una demanda de acciones de compañías de ese tipo, sobre todo por fondos de inversión “especializados”, sin que existan muchas compañías en las que poder invertir.

En resumen, faltan empresas pequeñas y medianas cotizando en los mercados, y por tanto, nuevas ofertas serán bienvenidas por los inversores.

Desde aquí animamos a los accionistas de la empresa familiar a que entiendan que el acceso a los mercados financieros, solo le permitirá obtener ventajas. Entre otras:

- Captar Recursos a Largo Plazo
- Permitir la Desinversión de los Accionistas
- Mejorar y Potenciar la Imagen Corporativa
- Obtener una Fiscalidad más favorable
- Establecer la Estructura Accionarial más adecuada
- Facilitar la Valoración de la Empresa
- Dar Liquidez a las Acciones
- Acceder al Mercado de Capitales regularmente
- Facilitar la realización de Operaciones Corporativas
- Seleccionar, Mantener y Motivar a Directivos y Empleados Clave


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