Coach, lo podemos traducir como entrenador, y tiene sus orígenes en el “coach” o entrenador deportivo el cual se ha venido aplicando a nivel de disciplinas empresariales desde hace algunos años.
El proceso de entrenamiento, llamado "Coaching”, busca desbloquear las potencialidades de una persona para aumentar al máximo su propio desempeño. El Coach pretende ayudar a aprender en vez de enseñar.
Lo anterior se traduce en no limitar ni dejar de lado la opinión y el poder de razonamiento del entrenado, estimularlas para que descubran por ellos mismos y actúen, bajo premisas bien definidas de antemano, sin dar todas las respuestas, ayudarlos a que encuentren sus propias soluciones.
Trabajar con un Financial Coach, recibiendo sesiones de Financial Couching permite reforzar tus conocimientos y habilidades para controlar o manejar mejor tus propias inversiones financieras. Te enseña a aprender, día a día, los mecanismos que permiten el éxito en los mercados.
Este efecto, se produce porque en la relación con un Coach, generalmente estamos abiertos al aprendizaje, a mostrar nuestros errores y con el deseo de encontrar una nueva manera de “ver”. El entrenado, no trata de convencer al Coach de todo lo que sabe o de lo bueno que es. Solo está centrado en recibir de las sesiones lo que sea necesario para mejorar.
El Financial Coach estará comprometido con los resultados que el otro quiere conseguir en el campo financiero y le va mostrando aquello que es incongruente con lo que hace y dice que quiere lograr.
Qué se puede aprender con un Financial Coach
El Financial Coach puede ayudar a una persona a integrar sus propios valores, metas, atributos y personalidad a su planificación de inversiones.
Le ayudará a:
- Invertir con confianza y con una planificación previa.
- Entender los riesgos y aprender a manejarlos.
- Entender los diferentes tipos de productos financieros y sus correlaciones
- Aprender a reconocer las malas inversiones: escasa rentabilidad probable por riesgo asumido, carteras mal diversificadas, muy correlacionadas, etc.
- Aprender los secretos de cómo hacer dinero en cualquier mercado y bajo cualquier tipo de tendencia. Ejemplo: se pueden tomar posiciones en mercados bajistas mediante instrumentos derivados.
- Tomar el control de sus propias inversiones, sin depender de otras opiniones o asesoramiento.
- Definir su propia filosofía de inversión, basadas en la capitalización de las herramientas y estrategias que mejor se adapten a su propia personalidad, objetivos o deseos.
- Diseñar una adecuada gestión del dinero (money management): determinar un porcentaje de inversión, minimizando pérdidas y maximizando los beneficios. No olvidar que la bolsa es un juego de probabilidades.
- Entender la necesidad de reforzar ciertos mecanismos psicológicos necesarios para un inversor: Confianza en uno mismo, Actitud mental positiva, Paciencia, Humildad, Flexibilidad, Control, Disciplina, Formación y Compromiso
Diferencias entre el Coaching y el asesoramiento financiero
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