martes, octubre 21, 2014

El reto del cliente 2.0 en Banca Privada y Gestión de Activos



Artículo publicado en Funds Society el pasado 15/10/2014


La falta de confianza en las instituciones financieras y gestoras de activos ha obligado a los clientes a tomar las riendas de gobierno de su patrimonio financiero, en un proceso imparable, sin rangos de edad. Todos en mayor o menor medida avanzan hacia la mejora de su educación financiera aprovechando los recursos facilitados por la digitalización de la economía. 

Y esta transformación digital ya está empezando a incidir en los servicios de banca privada y gestión de activos. Estudios avalan que en EE.UU. el 40% de los inversores utilizan las redes sociales como fuente de información de sus inversiones. En España se acerca al 30%, y aumentando. 

Sin lugar a dudas, la enorme disponibilidad de información y capacidad de interacción de inversores y ahorradores a través de los servicios web, las comunidades virtuales, redes sociales, blogs, etc, compromete desde el propio modelo de relación y comunicación con el cliente hasta la propia estrategia de productos y servicios. 

Un cliente 2.0 de Banca Privada es más exigente con el servicio y mucho más infiel. Quiere conocer las perspectivas, riesgos y oportunidades, consultando y escuchando también a otros prescriptores, analizando productos, marcas y personas. Además este nuevo cliente genera opinión en redes sociales. Su capacidad de influencia es mayor que hace tan solo tres años, siendo prioritario oírles y saber qué sienten y qué esperan de nosotros.

En definitiva, se está creando una base de inversores más informados y responsables con su dinero, abriendo numerosos interrogantes a las entidades que no estén evolucionando para mejorar la experiencia de la relación del cliente financiero 2.0.

Qué factores hay que empezar a gestionar desde la Banca Privada y la Gestión de Activos:

* Los clientes de banca privada y gestión de activos son menos confiados, están más informados y mejoran día a día su cultura financiera, por lo que se modifica la relación de poder hacia el cliente.

* Es crítico en este entorno mejorar la transparencia, la tecnología y el disponer de profesionales capaces de gestionar la relación de manera distinta.

* Las redes sociales jugarán un papel esencial en la interacción con clientes, información y asesoramiento sobre productos de inversión y ahorro, así como la imagen de marca de la entidad y de sus equipos. El cliente 2.0 espera encontrarte ahí.

* Los clientes serán muy exigentes en términos de pagar comisiones justas con relación a los productos y servicios que obtienen, por lo que se reducirán los ingresos de las entidades de Banca Privada y Gestión de Activos que no aporten un verdadero valor añadido.

* Las grandes entidades perderán cuota de mercado hacia nuevas empresas de servicios financieros (asesoramiento y/o gestión de activos) que se sirvan de las últimas tecnologías para ofrecer productos y servicios pioneros e innovadores, especialmente de la generación X (las que tienen ahora entre 30 y 45 años) y siguientes.

 Rafael Romero, director de Inversiones de Unicorp Patrimonio (Banca Privada Unicaja) y Profesor de Esesa Business School

Twitter @negoestratega

Las opiniones expresadas son responsabilidad única y exclusiva del autor, y no representan la posición de la entidad en la que presta servicios.

domingo, septiembre 28, 2014

Los fondos de autor y la inteligencia colaborativa


La gestión de inversiones requiere del seguimiento de múltiples variables, debiendo valorarse el impacto de la macroeconomía, las decisiones de bancos centrales y los resultados y perspectivas de las compañías, pero también la geoestrategia global, las tendencias sociales y demográficas, el momento emocional de los inversores, y muchas otras cosas. Todo afecta, en mayor o menor medida, en el corto o medio y largo plazo.

Se comentan las bondades de los fondos de autor, basados en el talento de un solo gestor, pero pocos inversores reflexionan en el hecho de que estos no tienen la capacidad de seguimiento y valoración de todas las variables que impactan en su trabajo. Cuando las personas tomas decisiones en entornos de incertidumbre y con una siempre incompleta información, como es el día a día de un gestor, usan atajos mentales para tener respuestas rápidas a problemas complejos, suprimiendo parte del entorno para no entorpecerle. 

Estos atajos, llamados heurísticos, pueden servir a menudo, pero pueden dificultar un cambio de planteamiento cuando las circunstancias del mercado han cambiado. Si un gestor usa estos atajos, sesgándose a unas características concretas en su política de inversión que le han funcionado en el pasado, es más dificil ser consistente en sus aciertos. Es lo que llamamos "riesgo gestor" y debe valorarse.

En  mi opinión, la consecución de los objetivos por un equipo de gestión es más sostenible que la de un talento individual, si promueven la inteligencia colaborativa, que nace de la acción de los miembros interactuando entre sí,  fomentando alcanzar decisiones de forma consensuada en un rendimiento intelectual mejorado, al reducir los sesgos individuales. 

Para poder alcanzarlo, todo el equipo debe ser consciente del objetivo a lograr, facilitándose la colaboración y retroalimentación constante, y en un entorno de reflexión compartida de los planteamientos individuales.

El papel determinante del responsable del equipo, será la gestión óptima de los conocimientos, experiencias y sesgos de todos sus integrantes, de su iniciativa, creatividad, flexibilidad y motivación en el intercambio entre ellos. Y sin duda, todo ello en un marco de responsabilidad, respeto, transparencia y confianza, dejando los egos personales de lado y buscando las ideas colectivas que puedan representar a todo el equipo.

Los recientes casos de salidas de gestores estrella, demuestran que este negocio es de personas, en un nivel por encima de las propias empresas y su imagen de marca. Pero las compañías pueden trabajar para construir equipos que faciliten un proceso de inteligencia colaborativa en las principales decisiones de inversión, minorando los riesgos gestor en su volumen de negocio.

Rafael Romero es Director de Inversiones en Unicorp Patrimonio (Banca Privada Unicaja) y Profesor en Esesa.

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jueves, agosto 14, 2014

Europa se debilita

Me voy hoy un par de semanas de vacaciones y tengo la intención de expresar cierto optimismo con respecto a “estar preparado” para aprovechar las caídas bursátiles actuales para posicionarse en renta variable a medio plazo, porque creo que esa oportunidad va a llegar más pronto que tarde. Los gobiernos europeos y el BCE van a tener que actuar para hacer frente a la macroeconomía. Es muy importante la dependencia entre el ciclo económico y el bursátil.
Hay un ciclo económico, el que muestran los datos y sus tendencias, y hay un ciclo bursátil, absolutamente correlacionado, pero lo más importante es ser conscientes de que el ciclo bursátil se suele adelantar a los ciclos económicos, porque se mueve por expectativas. Por tanto, las expectativas de la economía real futura (del ciclo económico), lleva a adelantar entre 6 y 12 meses el movimiento, tanto al alza como a la baja al ciclo bursátil.
Sería algo aproximado a lo expresado por esta ilustración:

Y por este motivo, unido a las incertidumbres geopolíticas, los mercados europeos están bajando porque están ajustando los precios con respecto a la situación de la economía europea y sus expectativas futuras. Los datos que salen un día tras otro son los únicos que están alimentando de imputs en un ambiente vacacional, con pocos inversores,  y faltos de otras noticias pues se recogen las velas, por si llega otra tormenta.
La economía de la eurozona está estancada. Hoy hemos conocido que en el segundo trimestre del año no subió nada.  Alemania vuelve al terreno negativo (-0,2%), Francia estancada (0%)e Italia inesperadamente de nuevo en negativo (-0,2%) son los principales factores. Si sumas las recientes tensiones con Rusia que pudieran mermar todavía más esta situación, los ajustes a la baja de los resultados empresariales futuros son ya una realidad. Y por otro lado, y en positivo, hay argumentos cada vez más sólidos para un estímulo monetario más intenso por parte del BCE y la implantación de nuevas medidas desde la Unión Europea para intentar que el frenazo no acabe despeñándonos.
Por el lado de la inflación en la Unión Europea, estamos en el 0.4%, muy lejos del 2% de objetivo del BCE, y con muchos países en territorio negativo. No es una situación que invite a estar tranquilo.
La dificultad estriba en valorar si las bolsas ya han reaccionado suficientemente a la baja el escenario macroeconómico que se nos viene encima. 

Sin duda el fondo del mercado parece bueno, con un razonable optimismo de que de ésta saldremos, pero mi opinión la baso en exclusiva por una menor volatilidad y los recientes repuntes alcistas, porque la negociación es tan escasa estos  días, que no llegan a ser ciertamente representativos los movimientos.
Por tanto, es razonable esperar a ver los movimientos de los próximos días, insistiendo en que percibo un razonable optimismo. Hay una realidad incuestionable, si la economía no crece y no hay inflación, los tipos de interés estarán bajos más tiempo y la renta fija no va a ofrecer mucho retorno. Esto obliga a mantener o incrementar tus posiciones en bolsa, además de que puede ayudar nuevas medidas de los gobernantes y el BCE a la vuelta del verano.
Quizás los movimientos que hemos visto recientemente en high yield pudieran ser la antesala de un movimiento tendente a tener carteras de renta fija más conservadoras (gobiernos y corporativos de calidad en plazos cortos-medios) y la parte de riesgo no consumida por la renta fija añadirla a tu posicionamiento en renta variable, aunque más sesgado a compañías de mayor calidad, sin olvidar mover la cartera a un sesgo más global, porque hay otras partes del mundo donde el crecimiento respalda las perspectivas de la renta variable.

viernes, julio 18, 2014

Momento actual y la renta fija


Leía hace unos días que la clave del éxito en la inversión no consiste en observar el futuro con algún tipo de visión "mística", sino en ver el presente con claridad. Sin duda, los visionarios místicos asumen los riesgos y oportunidades futuras con tanta intensidad que no valoran el momento presente, se olvidan de las circunstancias que podrían incidir precisamente en ese futuro. Se olvidan también del momento emocional actual de inversores, gobernantes y reguladores, cuya influencia marcará el devenir presente y futuro.

La gran sorpresa del año ha sido el comportamiento de la renta fija. Ahí está el grueso del volumen del ahorro de los inversores y aunque todos los días nos preocupamos por las bolsas, debemos de revisar el momento actual de la renta fija, con las rentabilidades cotizando en este momento en mínimos históricos.

Si observamos el siguiente gráfico, vemos que cotizan en la zona más baja de las rentabilidades “nominales” históricas de los últimos diez años, en casi todas las clases de activos de renta fija (algo más altas en bonos gubernamentales de mercados emergentes en dólares y moneda local). Lo que tenemos que tener en la cabeza es que un posible movimiento de tipos de interés del 1% en cualquiera de los índices (menos probable en los plazos más cortos) tendría un negativo impacto en la rentabilidad del precio de nuestros bonos y menor en la rentabilidad total de los activos que pagan un buen cupón (porque el cupón amortigua el impacto de la pérdida de precio). Véase la renta fija High Yield y bonos emergentes.




Esta es una amenaza que ya todos nos planteábamos hace un año, y al comienzo de este 2014, pero y ahora…

¿Qué mundo tenemos? Un mundo de tipos reales negativos en los plazos cortos debido a una enorme flexibilización monetaria, obligado movimiento para recuperarnos de una grave crisis financiera que contagió a la economía real. El enorme incremento de deuda por parte de los estados para salvar al mundo habrá que pagarlo, y si no hay crecimiento, no podremos hacerlo. Quizás se genere una gran inflación, pero al día de hoy, no hay muestras de que vaya a haber y mucho menos en Europa.

El incremento de la liquidez del sistema, el aumento del ahorro (muy importante en mercados emergentes) y un claro proceso de desapalancamiento de inversores, familias y empresas, siguen dando soporte a los tipos de la renta fija a medio y largo plazo, ofreciendo rentabilidades muy pequeñas y sin visos muy claros de que finalmente se produzcan las grandes pérdidas predichas desde hace tiempo en los bonos gubernamentales considerados más seguros.

¿Puedo perder dinero si invierto en la renta fija segura? Sí, especialmente en los plazos más largos, pero en plazos cortos o medios sería menor, porque la reducción de este apalancamiento global y el aumento del ahorro, incrementa la demanda de activos “libres” de riesgo, lo que le lleva a cotizar ahora y quizás en el futuro, por debajo de los niveles históricos.

Una muestra es ver los bonos alemanes cotizando el diez años al 1.15% y a Estados Unidos al 2.48%, sin síntomas de agotamiento, y eso que ya ha anunciado la FED el fin de la compra de deuda. Sí, es posible que dejen de comprar “más” en EEUU, pero la liquidez que ya ha generado (que se irá reinvirtiendo) y el incremento del ahorro a largo plazo de familias se tiene que destinar a alguna clase de activo.

Quizás el BCE inicie un QE, dando el relevo a EEUU. Quizás sí o no, pero los bonos de países considerados seguros, seguirán siendo siempre un lugar preferente en las carteras de los inversores de más volumen (compañías de seguros, fondos de pensiones y seguros, fondos soberanos, etc.). Si es que sí, habrá reducidas ganancias adicionales, si es que no, las pérdidas serían también moderadas, porque los cimientos de esta clase de activo son muy poderosos a nivel “global” y el tipo considerado “normal” para la deuda a largo plazo podría ser menor de lo que ha sido en el pasado.

Lo importante será seguir el tipo de interés “real”, por tanto la inflación puede ser un factor fundamental para marcar el nivel de la deuda a largo plazo. Creemos que los tipos reales se irán incrementando en el futuro aupadas por el propio ciclo, pero el presente no parece mostrar prisas para tomar decisiones excesivamente radicales. Además la experiencia muestra la influencia positiva de una diversificación prudente en renta fija, como elemento descorrelacionador de los riesgos latentes y cisnes negros que pudieran aparecer en los mercados.

En cuanto a los bonos corporativos y con la mirada de un inversor europeo, mientras que tengamos al BCE apoyando y ofreciendo liquidez, es muy probable que el entorno de baja volatilidad se mantenga, especialmente por el reducido nivel de inflación en Europa y las pobres perspectivas futuras. En este entorno, es difícil que los inversores no sigan buscando emisiones que generen algo más de rentabilidad, especialmente en los mercados de crédito con grado de inversión, con tipos de interés casi nulos en activos seguros y en un ciclo económico positivo, reduciéndose la tasa probable de default (incapacidad de pagar intereses y/o capital).

No obstante, un movimiento de los inversores más sofisticados hacia un menor riesgo en las carteras de renta fija, podrían tener un impacto mayor en el segmento de peor calificación, quizás en los high yield de medio plazo. No creemos que por ahora el segmento de bonos emergentes emitidos en dólar o euro, aunque hayan tenido un buen recorrido este año, tengan un riesgo importante, tras las fuertes correcciones del año pasado y las medidas que han ido acometiendo sus gobiernos, adicionando a que la mayoría de los emisores tiene una calificación de crédito.

Aprovechamos para resumir nuestro posicionamiento: mantenemos una posición positiva para todos los activos de riesgo a medio plazo, especialmente en la renta variable,  por entorno macroeconómico, políticas monetarias expansivas y razonables valoraciones de las compañías. De hecho, creemos que los mercados emergentes pudieran estar ofreciendo una buena alternativa si el ciclo económico evoluciona como esperamos a positivo.

La renta fija cotiza a mínimos, tanto los bonos de gobiernos como corporativos. Es difícil valorar si esta situación se mantendrá o no. En nuestra opinión no debería de haber movimientos sustanciales en esta clase de activos. No obstante lo anterior, no podemos descartar episodios de volatilidad como los que estamos viviendo o que se pudieran incrementar en las próximas semanas, pero para nosotros es una situación normal de los mercados.

La prudencia debe incrementarse para que un aumento de la aversión al riesgo elevara la presión bajista en las bolsas y un posible contagio a los activos de renta fija más arriesgados, dando al traste con los resultados acumulados este año. Por ello, es fundamental posicionarse en fondos de renta fija o mixtos con un enfoque muy flexible y oportunista, así como con la capacidad de sacar ventaja de un entorno de tipos al alza. Así mismo, conviene ir añadiendo a las carteras fondos de gestión alternativa y objetivos de retorno absoluto, con descorrelación a la renta variable y a la renta fija. Esto no ofrece la garantía de éxitos, pero sí al menos de no ver grandes fracasos en un entorno de mayor volatilidad e incertidumbre.

jueves, julio 17, 2014

Estrategia de inversión para el verano


Tras pasar el ecuador de 2014 y entrando en periodo estival, nos obliga a reflexionar y valorar en qué punto nos encontramos con respecto a los riesgos y oportunidades de los mercados, de cara a plantear una estrategia de inversión tanto a corto como a medio y largo plazo.

En general, este año todas las clases de activos han ofrecido ganancias, con muchos mercados de renta variable haciendo máximos, especialmente apalancados en unas mejores perspectivas económicas y políticas monetarias enormemente expansivas, que obligan a los inversores a tomar riesgo si no quieren perder valor real de su patrimonio (incluyendo el efecto inflación). Aquí podemos ver la evolución de las bolsas, con una perspectiva histórica en las distintas zonas geográficas mundiales:



Pero la renta fija, que parecía mostrar síntomas de no ofrecer muchas oportunidades al cierre de 2013, ha tenido también excepcionales resultados, especialmente en España, Italia y mercados emergentes:


Ahora, tras estos movimientos y cerrado el segundo trimestre, estamos viviendo un incremento de la volatilidad del mercado. Creemos que estábamos en un periodo de tan reducida volatilidad que había motivos para empezar a preocuparse, ya que esas situaciones son un síntoma de “exceso de complacencia” y de olvido de los riesgos que seguimos teniendo encima de la mesa:


  •  salida de los estímulos monetarios en EEUU
  •  el crecimiento en emergentes, especialmente en China
  •   la valoración de las nuevas políticas para reactivar el crecimiento en Japón
  •   la sostenibilidad de las cuentas de los gobiernos periféricos europeos
  •  el posible paso del BCE a nuevas medidas de estímulos
  •  el posible proceso de deflación en Europa
  •  el escaso crecimiento en Francia y Alemania
  •   la escasez de crédito a empresas y familias en Europa
  •  el mantenimiento de tasas positivas de crecimiento de los beneficios empresariales, especialmente en Europa y EEUU
  •  los riesgos geopolíticos latentes: Ucrania, Siria, Gaza y otros menores pero importantes, como los cambios de gobiernos en muchos países emergentes.


 La lectura es clara, ahora vemos el vaso medio lleno, en un estado emocional de optimismo que nos lleva a minusvalorar los datos negativos y sobrevalorar los positivos; y esto se podía observar en el comportamiento excepcionalmente poco volátil de la mayoría de los activos, especialmente de las bolsas. Se puede medir por los índices VIX (volatilidad implícita de las opciones sobre el S&P) y otros similares. Nadie parece aprovechar la oportunidad para cubrir su cartera de posibles tormentas o tsunamis financieros.

Estamos todos subidos en nuestra tabla encima de una ola (en la tendencia alcista) que puede llevarnos hasta la orilla, todavía lejos, pero que por el camino nos puede tirar y revolcar. ¿Seremos capaces de levantarnos y esperar a la siguiente ola para seguir avanzando?

Los movimientos actuales, tras el escándalo de Gowex, del Banco Espirito Santo, etc no parece que se alejen de la normalidad del comportamiento de las bolsas. Ayer todo el mundo compraba como locos y hoy venden lo que compraron. ¿La diferencia? Pues que EEUU ha avanzado en su plan de sanciones a Rusia. También en la UE los Estados abren la puerta a un mayor bloqueo al pedir a la Comisión Europea que reevalúe la cooperación con Rusia con la idea de “suspender la aplicación de acuerdos bilaterales y programas de cooperación regional”.

Discúlpenme, estas son excusas que sirven para rellenar artículos como éste que explican a toro pasado el porqué del movimiento. Hoy el mercado cae por Rusia, mañana será por otra cosa, y pasado subirá porque hay unos buenos resultados de alguna gran compañía, una buena operación corporativa o sencillamente habíamos caído mucho y rebota en la línea de soporte tal que con el impulso rompe la directriz bajista X, y a la vez se cruza la media móvil de x sesiones y los indicadores estocásticos tal y tal se han puesto alcistas. En fin, siempre tendremos algún detonante para obligar a los inversores que ya tienen en su cabeza cierto posicionamiento y tienen su forma de seguir el mercado (por análisis fundamental o técnico), a tomar la decisión. Unos decidirán comprar y otros para vender. Unos comprarán para el medio plazo y otros para vender al mínimo rebote. Este, simplemente,  es el mecanismo del mercado.

¿No han podido leer estos días la enorme ambigüedad en los mensajes de los bancos centrales? Puede que pase esto, o quizás lo otro… pero el mensaje final es que ellos están ahí para proteger que si la ola te tira de la tabla, no salgas muy dañado si tomas algo de riesgo. Esto es cuestión de creérselo o no. Nosotros por el momento les creemos.

Por tanto, los bancos centrales están ahí. Eso se llama una Put (una opción de vender, que la uso o no a mi conveniencia). Una put gratis para tomar riesgos. El problema radica en que no sabes qué vencimiento tiene esa put y cuanto realmente vale (para ver cuanto te puede proteger). Los bancos centrales ven que se están montando burbujas en los activos financieros, esperando que se traslade a la economía real. Si explota la burbuja, nos llevaría a una gran pérdida de confianza y no permitirían que la economía real avance al ritmo que necesitamos para absorber el enorme esfuerzo de los gobiernos en forma de deuda.

Esto es muy complicado si tienes que pensar qué va a hacer hoy o mañana el mercado. A mí me llaman muchas veces y me preguntan qué valores comprar o cuales vender. En estas últimas semanas, mayoritariamente, casi todas las preguntas van encaminadas a qué comprar o cuando será el mejor momento de comprar, porque tienen liquidez. Esto es un sesgo especialmente optimista y eso me hace ser algo más prudente, pero mientras haya liquidez esperando a comprar, los mercados tienen apoyo, especialmente las bolsas, pero también la renta fija, porque para la parte más conservadora de las carteras necesitas activos de renta fija, porque en algún sitio tendré que poner el dinero. Preferible que me de muy poco a que no me de nada o que pierda.

Entonces, ¿qué hacer con respecto a las bolsas?  Creemos que la clave son los resultados empresariales. Los últimos conocidos desde Estados Unidos, parecen ir acompañando en positivo. Todavía quedan muchísimas compañías por ofrecer sus resultados. Creemos que podríamos ver recortes adicionales, pero al día de hoy estamos convencidos (salvo algún nuevo cisne negro que hoy no intuimos) que serán aprovechados por muchos inversores para comprar, porque acumulan liquidez desde hace tiempo en busca de mejores precios. Creemos que todavía en una perspectiva de medio plazo, las bolsas plantean una mejor opción de rentabilidad-riesgo.

¿Y la renta fija? no vemos riesgos a corto plazo. No debería de comportarse mal aunque simplemente no va a ofrecer grandes retornos a partir de ahora, pero ya no hay recorrido adicional de bajada de tires o reducción de las primas de riesgo. Sí que conviene recordar que muchos inversores han acumulado mucha cartera en el segmento del high yield. Si la situación se tensa, sería la más damnificada, más que en bonos emergentes.  

En todo caso y en líneas generales, conviene asimilar rentabilidades más pobres en las distintas clases de activos para el resto del año, y por supuesto un incremento de la volatilidad del mercado. 

Una cartera con activos de distintas clases de activos, a través de fondos de inversión flexibles y no especialmente volátiles, pueden ser la clave para no tener los nervios demasiado tensionados en los próximos meses. La put de los bancos centrales nos ofrece cierta seguridad, una especie de airbag, pero aunque te salve la vida, algo de daño te puede hacer. Si llevas también el cinturón de seguridad, mucho mejor.

viernes, mayo 30, 2014

La automedicación financiera



SIN LA INTERVENCIÓN Y CONSEJO POR PARTE DE UN PROFESIONAL

La automedicación financiera

TRIBUNA de Rafael Romero, asociado EFPA nº 6.692 y finalista del concurso de mayo de EFPA España y Funds People.

Rafael Romero | 30 mayo del 2014 - 07:24 hrs.

Autor imagen: Cedida

La automedicación farmacéutica en un hábito común en nuestra sociedad. Utilizamos medicamentos para el dolor de cabeza, para mejorar la digestión, para la tos, etc. Esta automedicación puede ser conveniente para tratar síntomas menores y durante un tiempo limitado.
Muchos inversores hacen gala de sus conocimientos adquiridos por la lectura de un artículo en una revista o web, los comentarios en redes sociales, el consejo de un buen amigo, etc. e intentan resolver ellos mismos sus necesidades de inversión.
Esta es la automedicación financiera, la utilización de productos financieros por parte de un inversor o ahorrador sin la intervención y consejo por parte de un profesional. Al igual que un médico para tratar enfermedades, el inversor debe entender que necesita a un profesional para diagnosticar el problema, la prescripción del mejor producto/s para resolverlo y una supervisión regular del tratamiento.
Existen medicamentos que necesitan una receta de un profesional para adquirirlos, pero en finanzas, lamentablemente, están disponibles sin receta la mayoría de productos, sin valorar si serán efectivos, así como sus riesgos. Un paciente autoprescrito en materia de inversión, ha podido diagnosticar de forma incorrecta y no haber considerado los efectos secundarios de los productos, que quizás no lleguen en la primera toma, pero pueden llegar en un uso continuado.

Tras el uso inadecuado de productos financieros, pueden llegar reacciones adversas: alergias, intoxicaciones e insomnio. Las emociones negativas acabarán por cubrir la racionalidad de usar estos medicamentos financieros para resolver mejor tus problemas futuros, y acabaremos perdiendo la oportunidad de salvaguardar nuestro patrimonio de las pérdidas impuestas por la actual represión financiera invirtiendo en depósitos o garantizados.
La CNMV va dando pasos muy cortos hacia la necesidad de tener productos no disponibles sin receta. El acceso es libre a numerosísimos productos que pueden hacerte perder mucho dinero: futuros, opciones, warrants, turbos, CFD, ETF apalancados, fondos de altísima volatilidad, acciones de enorme riesgo e iliquidez, etc.
Las “farmacias” financieras generan retornos considerando que si no hay prescripción, no hay riesgo para la entidad, y el nuevo entorno web 2.0, el marketing agresivo de gestoras, etc. está favoreciendo la automedicación financiera al calor de la falta de confianza en los médicos-asesores.
Debemos trabajar toda la industria para que el inversor mejore su educación financiera, pero no tanto para que sea capaz de automedicarse, sino para que entienda que la gestión de un patrimonio va mucho más allá de entender cómo funcionan sus productos, sino la panorámica de conjunto, sus sesgos, oportunidades y riesgos. Sólo muchos años de experiencia y elevada formación técnica, al igual que un buen médico, te capacita para afrontar tal desafío con éxito.
Puedes seguir a Rafael Romero en Twitter @negoestratega
Este artículo se publicó en la web de Funds People http://www.fundspeople.com/noticias/139912

martes, abril 15, 2014

Fondos de autor, ¿moda pasajera?


Brillar en las pasarelas todas las temporadas lo consiguen muy pocos

Fondos de autor, ¿moda pasajera?

Rafael Romero | 08 abril del 2014 - 17:23 hrs.
Observo con interés la estrategia de distintas entidades de apuntarse a la última moda de ofrecer fondos de autor. Qué envidia ver los numerosos halagos que llegan desde la prensa a los gestores más mediáticos, normalmente por el único sesgo de una gran rentabilidad pasada, pero cuyos admiradores olvidan que el salirse del consenso suele ofrecer comportamientos dispares. La historia ofrece muchos ejemplos. 
Pero el marketing no habla de eso, habla de libertad de gestión, flexibilidad, talento, convicción, visión... palabras mágicas para un cliente de banca privada y personal, todavía resquemado con sus entidades financieras. Pero yo me encuentro muy a menudo con esas mismas virtudes en muchos equipos de gestión sin el apellido de “fondo de autor”.

¿No era Bill Gross el gran gestor gurú de la renta fija? ¿El gran oráculo?  Ahora se oye que Gross perdió el norte (no genera alfa), y resulta que es egocéntrico, que está endiosado, carente de visión, sin capacidad de consensuar con un equipo…¿Ya no es tan bueno? ¿No hace las mismas cosas y de la misma manera que lo encumbraron?.

Los más antiguos del lugar se acordarán de Bill Miller (en activo todavía), uno de los gestores de Renta Variable USA más conocidos por superar al S&P500 durante 15 años consecutivos con el Legg Mason CrearBridge Value Trust. De hecho, dobló el beneficio del índice, un 881% desde 1991 a 2005, frente a un 411% del índice. Era Dios hecho realidad en Wall Street, pero desde ese final de 2005 hasta marzo de este 2014, el S&P le saca un 73% de diferencia. Si ponemos la inversión desde 1991 a ahora, el fondo lo hace mejor que el índice (a base de rachas puntuales), pero los que entraron en el fondo en los máximos de 2007, al calor de su inmejorable historial, todavía no han recuperado su dinero, cuando el S&P ofrece una subida cercana al 50%. (Vea gráfico)

Esto se llama riesgo gestor.  Si te gusta un fondo de autor, prueba a incorporarlo en una cartera bien diversificada, valorando previamente sus correlaciones y sesgos, y ojo a sus comisiones, que la moda de ¿alta costura? hay que pagarla. 

Por estos y muchos otros motivos, parece muy sensata la idea de llegar ahí a través de fondos de fondos, estrategia seguida por algunas entidades, de cara a delegar la selección, su valoración cuantitativa y cualitativa, así como la mejor ponderación en la cartera a profesionales especializados, para eliminar parcialmente sus riesgos.

No obstante, y como consejo general, no deberíamos asumir que llevar un apellido u otro, tanto un producto como institución (de autor, socios, eafi, internacional, Luxemburgo, etc. ) fuera suficiente distintivo para auparse como los verdaderos artífices del éxito en la gestión de un patrimonio. Detrás está la simplicidad del marketing y las modas. Ahora es más “cool”, pero las modas son pasajeras. Brillar en las pasarelas todas las temporadas lo consiguen muy pocos.

Rafael Romero, Director de Inversiones en Unicorp Patrimonio (Banca Privada Unicaja)
Twitter: @negoestratega

Artículo publicado en mi blog de Funds People el pasado 8-4-2014. Enlace aquí

Los sesgos conductuales del inversor


Hoy ha publicado la web de Funds People un artículo interesantísimo sobre los sesgos de las conductas de los inversores, que les lleva a cometer errores, lo que se denomina Behavioural Finance. Este tema está cada vez más candente. Dejo el artículo completo dada su calidad. El original aquí

LOS PREJUICIOS O EL PROCESAMIENTO DE INFORMACIÓN TRASTOCAN LAS DECISIONES DE INVERSIÓN

Welzia analiza los 15 sesgos conductuales del inversor

Ni los individuos son tan racionales, ni los mercados tan eficientes. Existen errores cognitivos y sesgos emocionales.


Ni los individuos son tan racionales, ni los mercados tan eficientes. Welzia Management, quien históricamente ha intentado formar de forma recurrente a sus clientes mediante conceptos financieros y de inversión básicos, intenta explicar los15 sesgos conductuales de los individuos a la hora de invertir y, por tanto, superar la teoría clásica reinante hasta ahora para apoyarse en lasfinanzas del comportamiento.
“La teoría financiera clásica se basa en la asunción de que los individuos son racionales, consideran toda la información disponible a la hora de invertir y los mercados se comportan de manera eficiente. Desde hace unos años y, con mayor intensidad, desde la crisis de 2008, el mundo financiero se ha dado cuenta de que la teoría clásica sobre la eficiencia de los mercados y sobre la racionalidad de los inversores no servía para explicar qué sucedía en los mercados y cómo se comportan en realidad los individuos a la hora de invertir, algo de lo que sí se encargan las llamadas finanzas conductuales”, pone en contexto la gestora española. Así, “las finanzas conductuales aúnan los principios básicos de inversión con los aspectos psicológicos de los inversores”, recuerdan desde Welzia.
Básicamente, existen dos tipos de sesgos conductuales: los errores cognitivos, que son resultado de un razonamiento cognitivo errado, y los sesgos emocionales, que están relacionados con un razonamiento influenciado por sentimientos o emociones. La principal diferencia entre unos y otros, especifica Welzia, reside en que mientras los primeros son fundamentalmente de perfil estadístico, los segundos nacen espontáneamente. Por ello, anticipa la firma, “es más fácil eliminar los errores cognitivos de la toma de decisiones que los prejuicios emocionales”.
Errores cognitivos. Perseverancia en las creencias
Es la tendencia a aferrarse a creencias previas de un modo irracional o ilógico.
SesgoDefinición del sesgoRiesgosRecomendación de Welzia
ConservatismoDar mayor peso a las informaciones que hemos recibido primeroToma de decisiones no acertadas. No realizar la inversiónPedir asesoramiento a un profesional
ConfirmaciónBuscar y sobreponderar informaciones que confirman nuestras creencias y desechar e infraponderar aquéllas que las contradicenTenencia de una cartera infradiversificada y con excesivo riesgoBuscar nueva información que contradiga nuestras creencias. Buscar el apoyo de alguien cualificado que analice si la inversión se adecua a las necesidades del inversor
RepresentaciónClasificar nueva información en base a experiencias y clasificaciones pasadas, aunque en realidad no tengan ninguna relaciónDar mucha importancia a la información más nueva. Rotación de cartera excesiva. Toma de decisiones basadas en clasificaciones superficialesProfundizar sobre las leyes de la probabilidad y el análisis estadístico
Ilusión de controlCreer que se pueden controlar los resultados de una inversión, cuando en realidad no es posibleOperar más de lo necesario. No diversificar lo suficiente las carterasRecordar las reglas probabilísticas. Trazar distintos escenarios. Reevaluar cada cierto tiempo las ideas de inversión y ver si eran correctas
Evaluación en retrospectivaMemoria selectiva de eventos pasados. Recordar los aciertos y olvidar los fallos. Creer que los eventos pasados eran fácilmente predeciblesSobreestimar el ratio de acierto de las predicciones y ser excesivamente críticos con las decisiones tomadas por otrosReevaluar cada cierto tiempo las ideas de inversión y ver si eran correctas

Errores cognitivos. Procesamiento de la información
Relacionados con cómo se procesa y usa la información a la hora de tomar decisiones de inversión.
SesgoDefinición del sesgoRiesgosRecomendación de Welzia
Anclaje y ajusteValorar las probabilidades de un evento en base a los ejemplos más sencillos que vienen a la menteAnclar un valor y más tarde intentar adaptarse hacia arriba o abajo según se va procesando la nueva información, cuando ésta debería considerarse objetivamentePreguntarse a uno mismo: "¿Depende mi decisión de ese precio anterior?" o "¿Recomendaría esta inversión basándome en la nueva información recibida?"
Contabilidad mentalConsiderar el dinero de forma diferente en función de cómo se categorizaConfeccionar una cartera en diferentes capas según objetivos que se persiga con cada una de ellas. No considerar la correlación existente entre los distintos activos de la cartera. Ser reacio a incluir nuevos activos descorrelacionados con la cartera actual, aunque consiguieran reducir su riesgoEvitar un resultado enfatizado excesivamente en activos generadores de rentas, ya que daría un retorno global menor
EncuadreContestar a una pregunta de forma distinta en función de cómo se realiza la preguntaConstruir carteras con demasiada aversión al riesgo o, por el contrario, carteras que proporcionan más riesgo del deseadoPensar en términos de rentabilidad absoluta y no en términos de pérdidas y ganancias
DisponibilidadConsiderar a los eventos que con mayor facilidad nos vienen a la mente más probables que aquéllos que no lo hacen o no entendemos completamenteElegir una inversión, un gestor o un fondo por lo conocido que sea vía publicidad. Limitar el universo de inversión hacia activos domésticos. Tener carteras sin la suficiente diversificación. No alcanzar una asignación de activos óptimaConstruir metodológicamente la declaración de política de inversión y centrarse en el largo plazo

Sesgos emocionales
Nacen de emociones y sentimientos y no de pensamientos conscientes como los anteriores.
SesgoDefinición del sesgoRiesgosRecomendación de Welzia
Aversión a la pérdidaExperimentar mayor dolor ante una pérdida que placer ante una ganancia de igual tamañoAnte una pequeña pérdida de valor inicial, incurrir en mayor riesgo con la esperanza de recuperar la pérdida inicialFocalizarse en las expectativas de revalorización a largo plazo. Dar menor importancia a las ganancias o pérdidas presentes
SobreconfianzaDemostrar una injustificada confianza en las propias opiniones. Sobreestimar los propios niveles de conocimiento, habilidades o acceso a la informaciónSubestimar el riesgo. Tener carteras poco diversificadas y operar en excesoTener siempre en mente la declaración de política de inversión, así como la asignación de activos estratégica (de largo plazo)
AutocontrolSacrificar objetivos a largo plazo debido a una insuficiente autodisciplinaNo ahorrar lo suficiente para la jubilación y, por tanto, asumir excesivo riesgo en las inversiones para tratar de compensar la falta de ahorro pasadoRealizar un estudio de necesidades de liquidez a futuro. Ahorrar mensualmente las cantidades necesarias para acometer la inversión a largo plazo. Trazar un plan para lograr el objetivo
Status QuoNo hacer nada. Construir una cartera y no volver a revisarla aunque la capacidad de asumir riesgo haya cambiado o las necesidades de liquidez hayan aumentadoNo considerar otras opciones de inversión más atractivasContar con un asesor que explique todo lo referente al binomio rentabilidad-riesgo
LegadoValorar las inversiones de forma distinta en función de si queremos comprar o vender el valorAferrarse a un valor que resulta familiar por la intangible sensación de confort que proporciona
Aversión al arrepentimientoEvitar tomar decisiones ante el miedo a equivocarse. Existen dos tipos de arrepentimiento: por acciones cometidas o por no haber llevado a cabo una acciónSer excesivamente conservadores con las inversiones y, por ello, no alcanzar el retorno deseado. Dejarse guiar por las inversiones "de moda"Poner énfasis en los beneficios de la diversificación y los efectos negativos que supone no alcanzar los objetivos a largo plazo
Fuente: Welzia Management.

miércoles, abril 02, 2014

Japón, ¿Un nuevo amanecer?


Tras un 2013 de notables éxitos bursátiles en Japón, las dudas este año han reaparecido. La dificultad actual estriba en valorar el éxito de los planes diseñados por el gobierno de Shinzo Abe y si el mercado bursátil recogerá estas expectativas con nuevas alzas o se mantiene la incertidumbre actual.

Por el momento se observan señales de recuperación del consumo y mejora del empleo, se recupera el PIB, la inflación y los beneficios empresariales, pero se deteriora la balanza comercial, especialmente afectada por los precios de la energía, y la fuerte depreciación de su moneda no ha venido acompañada de un claro repunte de las exportaciones, en un entorno de crecimiento global más débil.

Por otro lado, se están reduciendo los ingresos reales de los empleados, ya que no están acompañando a la subida de los precios. El salario real está en mínimos de hace 20 años y esto no permite romper la mentalidad de los consumidores japoneses.

Otro factor de riesgo es que la inflación, hasta ahora artificial, ha sido creada por un estímulo monetario sin precedentes. La masa monetaria se ha incrementado el doble, generando un problema de deuda, que se acerca al 250% de su PIB. Esta deuda la compran mayoritariamente los japoneses en un 85%, especialmente a través del ahorro de sus ciudadanos en fondos de pensiones. En mínimos históricos sus bonos a diez años, en torno al 0,60%, y gastando ya un 22% de su presupuesto en el pago de intereses, es una auténtica incógnita como afrontar esto a largo plazo.

A priori, y dada la alta duración del conjunto de la deuda, actualmente en torno a los 7 años, permitiría afrontar el elevado nivel de su deuda con mayor comodidad si los planes van cumpliendo las expectativas del gobierno, especialmente en cuanto al crecimiento nominal, evidentemente siempre que vayan creciendo también los ingresos fiscales y se siga reduciendo el gasto público.

Población, ¿problema?

En todo caso, potencialmente están creando un problema de gran envergadura. La pirámide de población, con un más del 20% de su población con más de sesenta y cinco años y las proyecciones apuntan a más de un 25% en 2030, genera una peligrosa proporción de habitantes dependientes con respecto a la fuerza laboral, especialmente en lo relativo al impacto en el gasto gubernamental.  Es relevante que la esperanza de vida sea de las más altas de la OCDE y con la menor tasa de natalidad y que ya se venden más pañales para adultos que para bebés.

¿Cómo van a pagar esta deuda y soportar el gasto social de una población envejecida, un grupo tan reducido de personas en edad de trabajar? 

Es una situación que genera desequilibrios difíciles de gestionar y preocupan a los inversores, por lo que se espera que el gobierno avance notablemente en otras medidas capaces de mejorar esta situación, ligadas a reformas estructurales y estímulos fiscales. Los más optimistas consideran que estas medidas pudieran ser de mayor calado de lo esperado por los inversores.

Son las reformas estructurales, especialmente, las que tienen que llegar con más celeridad, aprovechando el fuerte apoyo del parlamento que ostenta el partido en el poder. Tienen que concretarse avances en acuerdos comerciales, aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral, abrir Japón al turismo, priorizar la liberalización del mercado eléctrico, recortes en la fiscalidad empresarial y nuevas medidas en el mercado laboral, entre otras.

En abril, el tipo impositivo de las sociedades se reducirá en 2.4 puntos porcentuales y se esperan incentivos fiscales para alentar la inversión de capital, la investigación e innovación y los aumentos salariales. Por otro lado, subirá el IVA en el próximo mes de abril del 5% al 8% y se esperan subidas del 8% al 10% en septiembre de 2015. La experiencia de subidas de impuestos en el pasado, fue de vuelta a la recesión. ¿Por qué ahora será diferente? La subida de impuestos podría desincentivar la demanda interna y reducir las expectativas de inflación.

En todo caso, actualmente solo un 8,5% de los activos financieros del país están invertidos en renta variable, pero ante la pérdida del valor real de sus patrimonios, se observa una tendencia a incrementar las posiciones en activos de riesgo. Japón es un mercado con más de 1.700 empresas cotizadas. Esto facilita la inversión a través de fondos de inversión no anclados a un benchmarck, con gestión activa y realizando un análisis bottom-up. es el caso de productos como el Aberdeen Global Japanese Smaller Companies Fund o el BlackRock Japan Flexible Equity Fund.

Especialmente relevante pudiera ser la oportunidad en los valores de pequeña y mediana capitalización, con un menor seguimiento, que pudieran estar ligados al sector industrial, al consumo interno y sectores con potencial, como el de la salud, comercio on-line, eficiencia energética, etc.

Es difícil creer que la transformación de un gigante como Japón, tercera economía del mundo, pudiera realizarse en tan corto plazo, pero las perspectivas de mejoras a medio y largo plazo pudieran facilitar la introducción de acciones japonesas de forma paulatina por parte de los inversores globales, tras más de 20 años alejados de la eterna apuesta.

Las dudas siempre estarán ahí, sobre todo de los gestores con más canas, pero la bolsa japonesa pudiera presentarse como una mejor oportunidad que en otros tiempos. Quizás tengamos un nuevo amanecer, por lo que conviene estar bien atentos a su evolución.

Rafael Romero, Director de Inversiones en Unicorp Patrimonio (Banca Privada Unicaja)

Twitter: @negoestratega

Este artículo se ha publicado en la revista mensual editada por Funds People de Abril 2014

El artículo se presenta únicamente con fines informativos e ilustrativos y no debe interpretarse en ningún caso como una oferta de venta o recomendación de inversión.




martes, marzo 25, 2014

Mercenary Private Bankers


El desorden llega del orden… Si quieres fingir desorden para convencer a tus adversarios y distraerlos, primero tienes que organizar el orden, porque sólo entonces puedes crear un desorden artificial. Sun Tzu, El arte de la Guerra.

Permítanme la licencia de ser provocador. El negocio de Banca Privada está agudizando el fenómeno de buscar banqueros “ mercenarios” para la batalla de crecer en volumen y resultados. Como saben, un mercenario es un soldado que lucha por su propio beneficio económico y personal, normalmente con pocas ideologías o preferencias con el bando para el que trabaja. No tiene bandera.
Actualmente estamos viviendo una intensificación de entidades, especialmente foráneas, que buscan un profesional senior con un elevado patrimonio de inversores que confían en su habilidad para gestionar su patrimonio. Estos nuevos soldados laborales, entran en el nuevo ejército tras valorar la solidez de la marca, la disponibilidad de productos y un grado de autonomía máximo, pero con una especial motivación: conseguir una buena recompensa material de las ganancias generadas en la batalla, medido en porcentaje de los ingresos generados con el patrimonio de sus clientes.
Y aquí llega un problema. La libertad de actuar, sin un adecuado control, capacita al mercenario conseguir retornos mayores por sus decisiones y plantea claros conflictos de interés con sus clientes: una gestión muy activa en renta variable y renta fija genera más gastos por brokerage, la posibilidad de invertir en fondos similares con fees más altos,  exceso de estructurados, etc. ¿Quién mide y gestiona estos conflictos? ¿Creen que sería difícil convencer a un cliente formado que en otras entidades velarán más por sus intereses?
Así mismo, para las entidades que les dan cobertura, les abre interrogantes a futuro en el negocio, expuestos al abandono de sus filas a otro bando si las condiciones mejoran, perdiendo volumen, ingresos y lo que es peor, el conocimiento del cliente, si no gestionan adecuadamente estos riesgos. Por supuesto, algún problema derivado de una actuación inapropiada de una de estas personas, puede implicar un coste importante a la entidad, en términos económicos y de imagen.
El esfuerzo de estas entidades debería de ir orientado, especialmente en estas estrategias:
- La política de captación de estos nuevos soldados debe ir precedida de un exhaustivo análisis de sus capacidades no solo a nivel de volumen de patrimonio, sino de experiencia, reconocimiento y, especialmente ética profesional, ya que serán parte de la imagen de la entidad en el exterior.
- Ir configurando también un ejército propio de banqueros, con un esquema retributivo orientado no solo al patrimonio gestionado, en volumen, rentabilidad o ingresos, sino a objetivos más a medio y largo plazo relacionados con la satisfacción de la experiencia de sus clientes en las relaciones con la entidad, así como con planes de formación y carrera, etc.
- Trabajar con su equipo de banqueros mercenarios en un grado de confianza y grandes facilidades en la relación, pero  reforzando su control, buscando un desarrollo de su actividad dentro de unos procedimientos y un marco de actuación acorde con una determinada cultura corporativa, principios de inversión y de riesgos, entre otros.
- Esforzarse por un proceso de mejora  constante de servicios y productos de alto valor añadido, aumentando el grado de compromiso y fidelidad de sus banqueros internos y mercenarios, así como de los clientes.
- Esforzarse para adquirir una imagen de marca relevante en el sector, que ayude a los banqueros a captar y mantener clientes, pero que también capacite retener a estos clientes si deciden los banqueros irse a otra entidad, sustituyendo su interlocutor .

Rafael Romero, Director de Inversiones en Unicorp Patrimonio (Banca Privada Unicaja)
Puedes seguirme en Twitter: @negoestratega
Este artículo también se publicó en Funds People el 11-3-2014