Entre hoy y mañana la hora de la
verdad ha llegado respecto a la concreción o no de las expectativas de estímulo
monetario creadas (por las reuniones de Fed y BCE), las cuales han servido para
cerrar el mes de julio en positivo en la mayoría de los índices. Pero no podemos descartar la “no” concreción de
medidas suficientes para mejorar sustancialmente la situación actual, al
menos en España.
Porque España está mal y esto no
se soluciona en unos días, semanas o meses:
·
Tenemos a las dos comunidades autónomas más
grandes del país plantando cara al gobierno y dejando de pagar sus
deudas.
·
Los gastos del Estado suben un 18% más y los
ingresos se estancan, situando el déficit ya en el 4.04% del PIB (superando el
nivel impuesto del 3.5% por la UE para todo el año).
·
El Estado va a tener que financiar su déficit y
las necesidades de las comunidades, además de asumir las pérdidas actuales de
la banca (el Frob ha perdido más de 10.000 millones hasta ahora) y ser garante
de las futuras.
·
Grandes entidades como BBVA que ya entran en
pérdidas en España contables por primera vez en la última década y que se
salvan solo por el negocio exterior, o una Caixa que gana un 86.6% menos,
marcan la tendencia.
·
La situación de la banca española llevará a
reducir aún más las carteras de inmuebles a costa de bajar sustancialmente sus
precios, alimentando la necesidad de nuevas provisiones en el futuro.
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La salida de capitales de España ya se eleva a
163.185 millones en los primeros cinco meses (solo en mayo salieron 41.294
mill.), y la tendencia aumenta por la crisis de confianza en el país que no se
reduce. Esto no es sostenible.
·
Las ventas minoristas ya acumulan dos años de
caídas y nos viene la subida del IVA, que no mejorará esta situación, máxime en
un entorno de desempleo muy grave, y deterioro de la inestabilidad para los que
tienen empleo. Además, los que van encontrando empleo se encuentran con ofertas
salariales muy por debajo del nivel de ingresos que mantenían (entre el 30% y
50% menos). Si las empresas venden menos, menos empleo habrá, y de peor
calidad, por lo que el consumo seguirá reduciéndose.
·
Llegarán nuevas medidas de recorte
presupuestario impuestas por Alemania para que nos compren los bonos,
empeorando la situación macroeconómica del país (más paro y recesión para este
año y el que viene).
Estas y otras cosas son las que se leen estos días en la
prensa. Ante tal aluvión, lo más prudente es descartar empresas en
bolsa que tengan mucho negocio en España y ser cuidadosos con la inversión en
bonos “senior” de entidades financieras. Sí, es verdad que necesitamos a
Europa para que nos eche una mano comprando deuda o financiando nuestras
necesidades, que serán muchas para el mes de octubre.
No vamos a poder nosotros solos y las medidas de ajuste
necesitan mucho tiempo para que se noten en la economía real. La posibilidad de
un rescate total a España es una realidad cada vez más cercana y afectará a la evolución de los mercados, en un mes de Agosto
que siempre, siempre, es un mes falto de liquidez y de inversores, por lo que
las malas noticias, aunque ya están parcialmente descontadas, pueden aumentar
las tensiones.
Si mañana el BCE no actúa, los inversores decidirán irse de
vacaciones con menos activos de riesgo y ya veremos en Septiembre. Por tanto,
quedamos a la espera del mensaje que mañana oigamos, pero la gestión política
de la actual situación, tanto en España como en Europa, no parece ser la más
acertada para los mercados.
1 comentario:
Los comentarios que se han oído de "España no necesita el rescate" son, sinceramente, poco creíbles. Con tan sólo ver la evolución económica del país, con sus ciudadanos y empresas, se ve que sin rescate esto nos va a llevar a un punto de no retorno.
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