Hay un ciclo económico, el que
muestran los datos y sus tendencias, y hay un ciclo bursátil, absolutamente
correlacionado, pero lo más importante es ser conscientes de que el ciclo
bursátil se suele adelantar a los ciclos económicos, porque se mueve por
expectativas. Por tanto, las expectativas de la economía real futura (del
ciclo económico), lleva a adelantar entre 6 y 12 meses el movimiento, tanto al
alza como a la baja al ciclo bursátil.
Sería algo aproximado a lo expresado
por esta ilustración:
Y
por este motivo, unido a las incertidumbres geopolíticas, los mercados
europeos están bajando porque están ajustando los precios con respecto a la
situación de la economía europea y sus expectativas futuras. Los datos que
salen un día tras otro son los únicos que están alimentando de imputs en un
ambiente vacacional, con pocos inversores, y faltos de otras noticias
pues se recogen las velas, por si llega otra tormenta.
La
economía de la eurozona está estancada. Hoy hemos conocido que en el segundo
trimestre del año no subió nada. Alemania vuelve al terreno negativo
(-0,2%), Francia estancada (0%)e Italia inesperadamente de nuevo en negativo
(-0,2%) son los principales factores. Si sumas las recientes tensiones con
Rusia que pudieran mermar todavía más esta situación, los ajustes a la baja de
los resultados empresariales futuros son ya una realidad. Y por otro lado, y en
positivo, hay argumentos cada vez más sólidos para un estímulo monetario más
intenso por parte del BCE y la implantación de nuevas medidas desde la Unión
Europea para intentar que el frenazo no acabe despeñándonos.
Por
el lado de la inflación en la Unión Europea, estamos en el 0.4%, muy lejos del
2% de objetivo del BCE, y con muchos países en territorio negativo. No es una
situación que invite a estar tranquilo.
La
dificultad estriba en valorar si las bolsas ya han reaccionado suficientemente
a la baja el escenario macroeconómico que se nos viene encima.
Sin duda el
fondo del mercado parece bueno, con un razonable optimismo de que de ésta
saldremos, pero mi opinión la baso en exclusiva por una menor volatilidad y los
recientes repuntes alcistas, porque la negociación es tan escasa estos
días, que no llegan a ser ciertamente representativos los movimientos.
Por
tanto, es razonable esperar a ver los movimientos de los próximos días,
insistiendo en que percibo un razonable optimismo. Hay una realidad
incuestionable, si la economía no crece y no hay inflación, los tipos de
interés estarán bajos más tiempo y la renta fija no va a ofrecer mucho retorno.
Esto obliga a mantener o incrementar tus posiciones en bolsa, además de que
puede ayudar nuevas medidas de los gobernantes y el BCE a la vuelta del verano.
Quizás
los movimientos que hemos visto recientemente en high yield pudieran ser la
antesala de un movimiento tendente a tener carteras de renta fija más
conservadoras (gobiernos y corporativos de calidad en plazos cortos-medios) y la
parte de riesgo no consumida por la renta fija añadirla a tu posicionamiento en
renta variable, aunque más sesgado a compañías de mayor calidad, sin
olvidar mover la cartera a un sesgo más global, porque hay otras partes del
mundo donde el crecimiento respalda las perspectivas de la renta variable.
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